Es sabido que en 1870, el doctor Arsenio Granillo redactó su libro “Provincia de Tucumán”, que sería editado en 1872. De su descripción de nuestra ciudad capital, nos interesa la de la plaza Independencia, que por entonces se llamaba “Libertad”. Expresaba que “es cuadrada, y su tamaño, el de una manzana o cuadra cuadrada”. Recordaba que el gobernador Marcos Paz “la convirtió en paseo público allá por el año 1859, cuyas ventajas todos conocen hoy, especialmente en la estación ardiente del verano”.
Para evitar el ingreso de animales, “todo su centro, es decir lo que hace al área de la manzana, está comprendido por una cadena sostenida por postes labrados de vara y media de alto”. Agregaba que “la cadena y una fila de naranjos con bancos entre uno y otro, forman calles en los cuatro costados”. Y, “después de estas calles, siguen otras formadas por las filas de naranjos ya dichos, y otras iguales más al interior”.
El ancho de estas últimas calles, “que son embaldosadas, será de 8 varas. Los bancos son de cal y ladrillo, bien blanqueados y con asiento a uno y otro lado”. El cuadrado interior “está cubierto de verde gramínea”, y al centro se levantaba la columna erigida en 1863.
Esta es “de cal y ladrillo, y su exterior de mármol facticio. Tendrá poco más o menos 25 varas de alto, con una coronación elegante sobre cuya cima lleva un globo“: la coronación “es provisoria, pues en su lugar debe ir la estatua de la Libertad”. El pedestal “sobre las gradas de la base termina en forma de una taza y tiene ocho fases cuadrilongas”, donde se leen los nombres de los congresales de 1816.
“Tiene el pedestal esta forma, por estar destinado a surtidor de agua”.